Las fundas de sofá son una excelente manera de proteger tus sillones y transformar su aspecto en cuestión de minutos. Sin embargo, con el tiempo, pueden acumular polvo, manchas y olores. Limpiarlas regularmente no solo mantiene tu sofá en buen estado, sino que también prolonga su vida útil.
Es muy recomendable disponer de al menos dos juegos de fundas de sofá, tanto por ser más prácticos como por higiene y decoración. Y si además estas son de tonos diferentes, conseguiremos salir de ese aspecto monótono de nuestra estancia y darle un aire diferente. De esta manera, con la excusa de tener que lavarlas, adoptaremos una rutina de intercambiarlas cada poco tiempo. Aquí te dejamos una sencilla guía de cómo mantenerlas como el primer día.
- Revisa siempre las instrucciones de lavado del fabricante.
Es imprescindible prestar atención a la etiqueta de lavado de las fundas. Las instrucciones del fabricante te indicarán si las fundas son aptas para lavadora, la temperatura adecuada y si se pueden secar en secadora. Seguir estas indicaciones evitará daños en el tejido. - Tratar las manchas más difíciles.
Si las fundas tienen manchas, es recomendable tratarlas antes de lavarlas. Lo ideal es tratar cuanto antes las manchas accidentales utilizando un detergente suave directamente sobre la mancha y frotando con un paño húmedo. Sin embargo, si tenemos manchas más difíciles lo mejor es usar un quitamanchas específico para telas. Aplica el producto sobre la mancha, déjalo actuar unos minutos y frota suavemente con un cepillo. - ¿Lavado a máquina o a mano?
Encontrar una funda de sofá que nos permita el lavado a máquina nos ahorrará mucho tiempo. Por lo general, las fundas de sofá de tejidos más fuertes y sin detalles decorativos, como nuestra funda de sofá bielástica, son aptas para su lavado a máquina. Es importante usar lavados con agua fría o tibia (no más de 20ºC), un detergente suave y no utilizar blanqueadores para mantener el color y el tejido intactos. También aconsejamos dar la vuelta a la funda antes de meterla en la lavadora. - Secado y planchado.
Lo mejor para mantener nuestras fundas de sofá en perfecto estado será secarlas al aire en un lugar bien ventilado. Sin embargo, algunas fundas son aptas para secar en secadora, aunque no recomendamos evitar su uso siempre que sea posible. En caso de necesitar planchar tu funda, lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que las instrucciones de cuidado de la funda lo permiten. Si es así, hazlo con temperaturas muy bajas y con la funda del revés para proteger el tejido.
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